Mi hijo(a) aún moja la cama
Le afecta mucho no poder controlar la orina ¿Cómo le puedo ayudar?, ¿A qué
se debe? ¿Es enfermedad?
El orinarse en la cama es un trastorno
común durante la infancia (10 a 30%), situación que puede ocasionar problemas
de autoestima y sociales, para los niños(as) es un gran problema cuando lo
presentan después de los 5 años de edad. En la gran mayoría de casos, con la
atención médica adecuada es fácil y pronta curación.
El control voluntario de la micción (de los esfínteres
urinarios) se inicia aproximadamente a los 18 meses de edad, y se refleja
cuando el niño se da cuenta que se ha orinado, incluso muestra a sus padres el
área que mojó (generalmente la cama)
¿A qué se debe?
Cuando el niño(a) se orina involuntariamente y persistentemente después de los 5 a 6 años de edad y no hay
más signos que sugieran que su origen es una enfermedad orgánica, se denomina enuresis monosintomática ; es más
frecuente en los varones(20% ) que en la población femenina (15% ) Esta generalmente es un trastorno funcional, no una enfermedad; pudiéndose deber a múltiples causas:
·
Causas
psicológicas: Ansiedad, depresión. Pérdidas de seres queridos, la llegada
de un nuevo miembro a la familia, inicio de la asistencia a planteles
educativos, cambio de vivienda o de
escuela, por problemas familiares de diversa índole.
·
Causas
fisiológicas: Generalmente son debidas a la inmadurez de los mecanismos
necesarios para el control voluntario de la micción (emisión de orina)
·
Herencia:
Este factor se refleja en el hecho de que cuando uno de los progenitores
tiene el antecedente de este problema, existe hasta un 40% de posibilidades que
el niño(a) sufra enuresis; cuando dicho antecedente lo tienen ambos
progenitores, la posibilidad de enuresis en el niño(a) aumenta hasta un 70%.
No hay un límite de edad definido para considerar como
problema el hecho de orinarse por la noche (o el día), pues también hay
diferencias en el proceso y edad para caminar, comer solo o hablar, que explican
que no todos los niños(as) maduran al
mismo tiempo; sin embargo, podemos establecer que sufren éste trastorno aquellos niños(as) que continúan
orinándose involuntariamente después de los 5 años de edad.
Se denomina enuresis
primaria a la micción involuntaria y reiterada durante el
sueño, en un niño mayor de 5 años que no permaneció previamente seco durante un
periodo mayor a 6 meses
Enuresis secundaria
es calificado así cuando el niño(a) mayor de 5 años consiguió controlar la
micción (no se orinó involuntariamente) durante un periodo de 6 meses o mayor,
después del cual continúa orinándose involuntariamente.
¿Cómo le afecta a mi hijo(a)?
El hecho de controlar los esfínteres
(control de la micción), así como la adquisición de hábitos de limpieza son
grandes impulsores en el desarrollo de la personalidad de los infantes ya que les proporciona seguridad en sí mismo,
mayor autonomía y autoestima; asimismo, para los padres es muy gratificante y
positivo en las relaciones en el seno familiar. En
cambio, cuando sufren
enuresis, puede provocarles problemas psicológicos,
principalmente en el área de socialización pues generalmente el hecho de
orinarse involuntariamente les provoca un sentimiento de inferioridad y
frecuentemente, al igual que en sus padres, son comunes los sentimientos de fracaso,
culpa y vergüenza. En ocasiones se alteran las relaciones intrafamiliares pues
los adultos reprimen al menor ya que lo responsabilizan de la falta de control
de la micción, lo que lo lleva a una mayor frustración, depresión, ansiedad,
falta de autonomía y a una menor autoestima.
El grado de afectación dependen de varios factores, como son
la edad (en niños(as) mayores de 8 años son
mayores las posibilidades de afección); sexo
(antes de la adolescencia los varones muestran mayor impacto psico-social,
después, es el sexo femenino el que refiere mayores problemas); la actitud de la familia como son la
represión, intolerancia e incomprensión, son actitudes que influyen
negativamente y que empeoran tanto el pronóstico como el trastorno del menor.
¿Hasta cuándo y cómo desaparecerá éste problema?
Recuerde, generalmente éste problema desaparece cuando
maduran los mecanismos para el control del acto de orinar, ya que es un proceso de aprendizaje que en algunos
menores puede tardar más que en otros, pero también recuerde que cuando los
niños(as) son mayores de 5 años y aún se orinan involuntariamente, es momento de consultar con su médico pediatra,
para descartar problemas fisiológicos u orgánicos.
Las causas orgánicas como infecciones de
vías urinarias, trastornos neuromusculares que afectan el sistema urinario, la
médula espinal o en centros del cerebro; etc.
Generalmente se
necesita realizar exámenes de sangre, orina y estudios de gabinete
(radiografías, ecografías) para descartar problemas en vías urinarias.
Consejos:
1.
No permita que su niño(a) ingiera grandes
cantidades de líquidos antes de dormir.
2.
Acostúmbrelo (a) a ir al baño antes de ir a
dormir y de ser necesario, despertar al niño(a) a una hora determinada para ir
al baño.
3.
Realizar ejercicios de retención
(entrenarlo).
4.
Alarmas de humedad.
5.
No se obsesione en resultados inmediatos,
provocará mayor ansiedad en su hijo (a) y tardará más en lograr controlar la
micción.
6.
Desde el primer día que no se orine (primeros
éxitos) refuerce el éxito mostrándole al niño(a) la satisfacción y el orgullo
de que haya logrado controlar la emisión urinaria (sonrisas, caricias, gestos y
palabras de aparición); o en caso contrario, invitarlo a participar en el aseo
de la ropa y del área mojadas.
Una vez solucionada la enuresis,
las alteraciones psicoemocionales y sociales presentadas durante éste
trastorno, suelen desaparecer.
Tips de Desarrollo Infantil
1.
El entrenamiento o
adiestramiento de
“control de
esfínteres”, no debe de ser demasiado precoz (antes de los 18 meses de
edad), ni demasiado tardío (después de los 3 años de edad).
2.
Los padres no deben forzar al niño(a) a
levantarse para orinar durante la noche;
solo se recurre a esto cuando el niño es mayor de 5 años y aún no logra
controlar la micción.
3.
Permita que sea el (la) menor quien regule la
frecuencia de la micción, no los padres, quienes solo estarán atentos al
momento que el niño(a) solicite su atención.
4.
Retirar definitivamente los pañales ante los
primeros signos de control urinario, o a más tardar a los 3 años si el (la)
menor aún no logra dicho control.
5.
Evitar reforzar las conductas de dependencia o
inmadurez, error que frecuentemente se comete cuando el niño(a) “moja la cama”
y luego se le permite dormir (se cambia) en la cama de los padres.
6.
Evitar las desaprobaciones, “malas caras”,
burlas, castigos o reprimir al menor durante el proceso de adiestramiento o
entrenamiento; más aún si todavía no logra el control de la micción después de
los 5 años de edad.
7.
Enséñele las rutinas necesarias para que orine
el (ella) solo(a): abrir la puerta del baño, levantar la tapa del inodoro,
bajar el cierre del pantalón, sacarse el pene o en el caso de las niñas,
bajarse la pantaleta y sentarse en la taza; además que aprendan que el chorro
urinario se puede controlar voluntariamente.
8.
Durante el proceso de entrenamiento no muestre
ansiedad, pues mientras mayor sea la obsesión de que el (la) menor logre el
control urinario, más será la ansiedad y
la tardanza para lograr dicho control.
Cuando un(a) niño(a) mayor de 5
años se orina durante la noche, le aconsejamos acudir a la consulta pediátrica,
para descartar causas orgánicas. Una vez descartadas las causas orgánicas, en
ocasiones es necesaria la consulta y terapia psicológica dirigida a encontrar
la(s) causa(s) y a utilizar técnicas para que aprendan a controlar los
esfínteres.
Leer más sobre el tema ver en
biblioteca: enuresis, encopresis,
tratamiento psicológico.
Dr. Leonardo S. Pérez Cabello y
cols.